A propósito de estrategias de marketing para mejorar la marca, conseguir conversiones o mejorar la visibilidad, en este blog ya he hablado de unas cuantas, tanto dentro del mundo digital como recursos publicitarios clásicos, las cuales, dicho sea de paso, aguantan el paso de tiempo mucho mejor de lo que muchos supusimos. En esta ocasión, quiero hablar de los usos publicitarios del Lanyard y las pulseras de tela como reclamo para darse a conocer de forma efectiva a corto, medio y largo plazo. Veamos su potencial en una serie de puntos.

Usos publicitarios del lanyard

A esta banda de poliéster y su enganche para identificación o tarjeta también se la denomina «porta identificador«, por lo que las empresas que utilizan este recurso publicitario suelen enviarlos a sus clientes o proveedores de forma gratuita. Dentro del mundo de la empresa, los eventos comerciales y corporativos son una constante, y el lanyard, el recurso ideal para colgar la tarjeta identificativa y, de paso, incluir en ella el nombre, logo de la empresa, sitio web, etc.
Otra forma se hacer publicidad con los lanyards es buscar la manera de distribuirlos en organismos públicos, hospitales, clubes de fútbol y cualquier lugar donde los trabajadores utilicen bandas magnéticas para acceder a los recintos. Viene muy bien uno de estos lanyards para poder llevar la identificación siempre a mano colgada del cuello.
Muchas empresas que distribuyen servicios o productos a este tipo de entidades públicas y privadas, en su estrategia de captación de clientes, utilizan el obsequio del lanyard como acompañamiento al repertorio de servicios. Si el cliente no acaba contratando, al menos utilizará el lanyard y la gente conocerá la marca.
Otra forma de conseguir visibilidad como empresa es ir directamente a particulares. Gestorías, empresas dentro del sector oficios o grandes de empresas de telecomunicaciones utilizan diversos diseños de lanyard para darle utilidades como: porta llaves (quien no ha visto a alguien con el lanyard amarrado al cinturón por un lado y a las llaves por todo); porta carteras (ideal para evitar robos) o porta cronómetros para deportistas.
Resumiendo en cuanto a los usos publicitarios del lanyard, el brain storming va de pensar en qué objetos de uso diario se pueden colgar, y a partir de ahí, cubrir esa necesidad.
Pulseras de tela como recurso promocional

Otro pequeño pero eficaz objeto de merchandising son las Pulseras de tela personalizadas. Y decimos personalizadas porque el uso de las pulseras es aún mayor. Siguiendo la misma estrategia que se lleva a cabo con los usos publicitarios del lanyard, pensemos en los eventos de empresa donde también acceden particulares y, donde además, no es necesaria una identificación en formato tarjeta. Las pulseras (que pueden incluir hasta un chip magnético) suelen ser el mejor recurso para los usuarios.
Eventos deportivos, sociales, solidarios y, sobre todo, lugares de ocio como discotecas utilizan también pulseras para identificar a sus clientes.
Después de todo lo dicho, hay que señalar que este tipo de publicidad es de tipo subliminal. Es decir, lo importante es darle utilidad a estos objetos publicitarios y dejar referencias a la marca impresas tanto en los lanyards como en las pulseras de tela. Como siempre ocurre con este tipo de estrategias, los resultados se ven a medio y largo plazo ya que estos objetos pasar a formar parte del día a día de los portadores o pueden cambiar de manos.
