Los compresores de aire son una herramienta esencial para muchos negocios y profesionales. Sin embargo, pueden ser propensos a averías. Si tu compresor de aire no funciona, lo ideal es contratar a una empresa experta en reparación de compresores. Aun así, si tienes conocimientos de mecánica o electrócnia y prefieres intentarlo por ti mismo, en este artículo te daremos algunos consejos sobre cómo reparar un compresor de aire en función del tipo de avería.
Ejemplos de reparación del algunas averías
Cada avería tiene un enfoque de reparación independiente. El uso de herramientas determinadas y también de repuestos también es importante. Y, por supuesto, realizar un mantenimiento de compresores es esencial para evitar muchas de las averías.
A continuación, te mostraremos cómo reparar cinco averías comunes de compresores de aire:
Avería 1: El compresor no arranca
Para solucionar este problema, de forma ordenada, deberás comprobar que el fusible no está fuundido. Además, revisa también el interruptor de encendido y el cable de alimentación por si la corriente no llega al equipo. Si ambas piezas están rotas o dañadas, con la sustitución puedes solucionar el problema.
El caso más grave en este caso es que el motor del compresor esté quemado, por lo que no te quedará otra opción que llevarlo a un taller de reparación.
Avería 2: El compresor no alcanza la presión deseada
Si tu compresor no alcanza la presión deseada, puede deberse a varias causas que mencionamos antes. Afortunadamente, la mayoría de ellas tienen solución. En el caso de que el regulador de presión esté mal ajustado, sólo tendrás que comprobarlo y asegurarte de que está ajustado correctamente.
En muchas ocasiones también ocurre que el tanque de aire se vacía, por lo que sólo deberás rellenarlo. Otras dos razones por las que el compresor no alcanza la presión deseada se debe a que esté bloqueado o sobrecalentado. Para el segundo caso, utilizar de forma racional el equipo dejando que se enfríe después de su uso sueler la mejor solución.
Si has comprobado todas las demás posibilidades y el compresor sigue sin alcanzar la presión deseada, es posible que esté defectuoso. En este caso, deberás llevarlo a un taller de reparación para que lo diagnostiquen y lo reparen.
Avería 3: El compresor hace ruido
Si tu compresor funciona pero hace ruido, puede ser la antesala de una avería mayor. En este caso es importante realizar labores de revisión y mantenimiento como lubricar los rodamientos, comprobar que no hay piezas sueltas o agentes externos dentro del compresor.
Avería 4: El compresor se sobrecalienta
Es una avería que puede derivar en otras mayores e, incluso, en un fallo total del compresor. La principal razón suele ser la sobrecarga, por lo que dejar reposar al equipo es la mejor solución. No obstante, también puede deberse a la temperatura exterior, por lo que habrás de buscar un lugar fresco donde utilizar el compresor, especialmente en verano.
Si la razón del sobrecalentamiento es el bloqueo interno, primero realiza una limpieza exhausiva para encontrar los bloqueos.
Avería 5: El compresor pierde aire
La última de las averías y que disminuye de sobremanera la eficacia del compresor es que pierda aire. En la mayoría de los casos se debe a roturas en distintas partes del equipo y que se pueden solucionar.
En primer lugar revisa la manguera, la cual puedes sustituir si tiene grietas o escapes de aire. Haz lo propio con el tanque, que puede sufrir los mismos daños y se puede cambiar. Una última revisión tiene que ver con la válvula de descarga, la cual puede estar abierta. Esta es la avería más sencilla ya que sólo tendrás que cerrar la válvula de descarga.
Recurre a un profesional si tienes dudas
El compresor puede ser la herramienta principal en tu trabajo, por eso es importante que cuides de ella. Si con los consejos que te hemos dado en este artículo no logras repararlo, entonces lo mejor es que recurras a profesionales para que analicen la avería y la solucionen de forma eficaz. En la mayoría de los casos, ganarás tiempo y dinero.
